El Plan PIVE 7, aprobado recientemente de forma oficial, agotará sus presupuestos pronto, y ya hay que ir pensando en el PIVE 8 y que no va a durar por siempre. ¿No sabes lo que es el PIVE? Lo de los “2.000 euros” (*) a cambio de un coche de más de 10 años, algo parecido al Plan Prever de hace unos años.
A diferencia de las fases anteriores, el PIVE 7 exige que el coche que se entregue a achatarrar haya sido nuestro durante un año por lo menos, con lo que se corta una de las picarescas del plan. En cristiano, no tener coche viejo, ir al concesionario, y que ellos mismos te “consigan” uno. Era legal, no muy ético, pero en el Gobierno lo sabían perfectamente. En su día, os lo comenté. Ni siquiera se exigía que pasaran ITV, ahora sí.
Estas ayudas no han servido, de momento, ni para paliar contaminación, ni para reducir las importaciones de petróleo del país. Para bajar la accidentalidad tampoco han sido muy relevantes a nivel estadístico. Si este sábado se te pasó, lee la investigación que hice al respecto usando datos 100% oficiales y contrastables. El PIVE ha servido para otra cosa: levantar dos sectores industriales: distribución (concesionarios principalmente) y fabricación (España es un importante productor europeo). Ojo, no digo que esto sea malo, ni mucho menos. Al revés.
Muchas veces se queja la gente de que los periodistas de motor no nos mojamos, que estamos a sueldo de los fabricantes y demás. Pues ahí tenéis una información que no vais a leer en muchos sitios. A la vista de los datos cualquiera podrá sacar conclusiones parecidas a las mías, no es que me las esté dando de lobista.
Como otros tantos periodistas, vivo indirectamente de los fabricantes, los que me pagan dependen a su vez de los ingresos publicitarios de los fabricantes. Soy parte “interesada”, y no lo niego.
Si no fuese por esa publicidad, este sector se iba a hacer puñetas, está implosionando porque cada vez menos la gente está dispuesta a pagar por contenidos periodísticos, y lo digo por todo tipo de prensa, así en general.
Ya dejo de llorar, ya.
Celebro la decisión del Gobierno -mira que es raro que yo diga eso- de restringir el PIVE a quien realmente necesita cambiar un coche viejo de uso habitual por uno más moderno. Dentro de las innumerables tropelías que el PP ha hecho a este país, tengo que admitir que el PIVE es esas pocas cosas que son de agradecer. Ya están saliendo los concesionarios de los números rojos y FACONAUTO habla de rentabilidad ya.
El PIVE no ha implicado gasto público, al revés, ha servido para recaudar miles de millones de euros en impuestos
Es el momento de ir retirando las ayudas progresivamente, y está bien empezar por limitar las ayudas a quien realmente lo necesita, aunque las ventas bajen un poco. Se van a acabar recuperando con ayudas y sin ayudas, como pasó en su día con Reino Unido, Alemania, Francia, Italia… países que tenían estímulos a la compra antes de 2010.
Entonces, ¿por qué ha bajado el consumo de petróleo y las víctimas de tráfico en los últimos años?
Fácil. Como se puede apreciar en este gráfico, la cantidad de automóviles de turismo está bastante estable en los últimos años. El consumo de combustibles de automoción por “cabeza” ha bajado, los españoles usamos menos el coche, y/o de forma más racional. También han bajado las víctimas de tráfico en relación a ese parque, y desde hace años.
Tan solo imponiendo el uso del cinturón de seguridad por las malas se puede explicar una gran reducción de heridos graves y fallecidos en accidentes de tráfico. Hoy día hasta los taxistas se lo tienen que abrochar por narices.
Aunque joda mucho reconocerlo, la política de mano dura de la DGT ha sido mucho más efectiva reduciendo víctimas que los adelantos en seguridad de los coches modernos. Y aunque joda más reconocerlo, los precios del combustible han hecho mayor contribución a reducir las importaciones de petróleo que otra cosa. Tenemos uno de los precios antes de impuestos (PAI) más altos de Europa, aunque en PVP somos de los más económicos.
Conclusión de todo esto: a los españoles, cuando nos tocan el bolsillo… ¡uf! Nos convertimos en conductores más civilizados y más ahorradores. Me encantaría de vez en cuando poder ir a 150 km/h por una autovía -en un coche en buen estado, claro- sin temer por mi cartera, como a mucha gente. Pero también creo que no hay antecedentes en la historia reciente en los que la gente condujese de forma tan cívica.
Hace meses que no veo a nadie -ni por la autopista de Levante (A-3)- circulando a velocidades elevadas, ¿hace cuánto que no avistáis un “planeador”?
¿Que es por miedo? Bueno, lo ideal sería que fuese por convicción -educación-, pero así son las cosas. Es difícil cambiar la mentalidad de millones de personas en tan corto espacio de tiempo.
Todo se reduce al móvil económico
- ¿Iba a retrasar la compra de un coche porque el IVA está al 21%? Bueno, si me ahorro unos euros en impuestos, entonces compro -> Plan PIVE
- Me gustaba pisarle antes de la crisis, pero ahora hasta me fijo en el consumo y soy más ecológico -> precios del combustible
- Estos de la DGT son unos sádicos hijos de fruta que no me dejan expresarme libremente como conductor -> reducción de víctimas de tráfico
- Y todo podemos explicarlo a raíz de la crisis económica, solo hay que mirar cómo cambian las gráficas desde 2007-2008. La pérdida de poder adquisitivo ha ayudado a establecernos prioridades
Ah, y por cierto, una conducción más civilizada y orientada a consumir menos también retroalimenta una mayor seguridad en el tráfico. Insisto, es lo que dicen los datos. Y también puedo decir que, como cualquiera que tenga carné desde hace más de 10 años, que los hábitos de conducción de la peña han cambiado una barbaridad.
Ya no temo por mi vida cuando vuelvo de la universidad por la A-6 a velocidades de 80 a 100 km/h. Cuando era novel y respetaba los 80 km/h (no duré mucho), a veces me daban miedo los demás. Y hablo de ir por el carril que toca, el de la derecha 
Y así, queridos amigos, cierro el ladrillo del día.
NOTA (*): excepto turismos adaptados a PMR y familias numerosas, son 1.000 euros de ahorro antes de impuestos (aportación del concesionario) y 1.000 euros de ahorro tras impuestos (aportación del Gobierno). Estos últimos 1.000 euros tributan como ganancia patrimonial en el IRPF, a un tipo mínimo del 21%, como toda subvención.
